El Miso, sus propiedades y variedades

Primera entrada del 2015. Nuevo año y muchas ganas de seguir contando e informando sobre un estilo de vida sano  y natural.... y que mejor manera de empezar que hablando sobre el miso....

Muchas veces os he hablado del miso y hoy vamos a profundizar un poco más en este condimento salado, cada vez más famoso...

La historia del miso comenzó en el siglo VI dC, cuando se trajo por primera vez de la antigua China un condimento fermentado llamado “Hisio”. Su nombre derivó a “Mishio” y posteriormente a ”Miso”. Miso significa "fuente de sabor".  En un principio, fue tratado como un producto precioso, caro, reservado para la nobleza, que incluso se usaba para pagar a los oficiales de alto rango. La sopa miso se elaboró por primera vez en el siglo XII. En el siglo XIV, el miso se popularizó entre la gente común, y muchos empezaron a elaborarlo en sus hogares. Actualmente, el miso es esencial en la cultura gastronómica de Japón y cada vez más en Occidente. Y gracias a la macrobiótica se ha extendido más y no falta, como en mi casa, una buena sopa de miso antes de comer.

Es recomendable empezar las comidas con algo calentito y salado y no con algo frío (ensaladas) como suelen aconsejar, pues de esta manera se nos cierra el estómago. Sin embargo, con el miso favorecemos la digestión de los alimentos que  vamos a tomar y se refuerza la flora intestinal





































































































El miso es una pasta obetenida de la fermentación de granos de soja y opcionalmente mezclada con cereales (arroz, cebada y trigo, fermentando durante 3 años.  Recibiendo un nombre diferente, sabor y propiedades distintos cada tipo de miso según la mezcla y el tiempo que ha estado fermentando.
Este fermento hecho de forma artesanal y tradicional no pasteurizado, contiene enzimas vivas que favorecen la digestión y colonizan los intestinos repoblando  la flora intestinal. Proporciona  un equilibrio entre carbohidratos naturales, aceites esenciales, vitaminas minerales y proteínas.
 Alcaliniza la sangre, condición muy importante para que el cuerpo sea resistente a las enfermedades, tenga el sistema nervioso despierto, pero sin excitación, y no se experimente sensación de cansancio.
Lo usaremos al final de las cocciones (sopas,potajes,guisos..) y lo dejaremos cocinar unos 3 minutos. Nunca debe hervir, pues se pierden todas sus propiedades. Se añade una cucharadita pequeña por ración y al ser salado, no se añade sal.
Algunas de sus propiedades:

-   Abundancia de minerales que favorecen el correcto metabolismo en el cuerpo.
— En enfermedades coronarias, el miso contiene ácido linoleico y lecitina, que disuelven el colesterol de la sangre y suavizan las venas. Por lo que el miso puede ser de gran ayuda en la prevención y cura de la arterioesclerosis o de alta presión sanguínea.
— Para la belleza y lozanía, pues nutre la sangre promoviendo la regeneración celular, lo que hace brillar el rostro y  el pelo con vitalidad.
— Para vigorizar, ya que el miso contiene enormes cantidades de glucosa que nos proporciona energía.
— Ayuda a prevenir enfermedades alérgicas y tuberculosis entre otras.
— En tratamientos oncológicos ayuda a descargar radiación del cuerpo.
— La sopa de miso con alga kombu ayuda en el tratamiento de desintoxicación de metales pesados.
— Para las digestiones pobres. Para neutralizar venenos en el organismo.
 — Para la desintoxicación del tabaco o alcohol


Variedades:


Hatcho miso: Este es el miso más puro, elaborado únicamente a partir de la soja, siendo el más proteico de todos, pero a su vez, el que alberga un sabor más intenso y salado. Sin duda,  se trata de la variedad de miso con más propiedades terapéuticas de todas las que se comercializan, siendo utilizado con mucha frecuencia en el tratamiento de muchas dolencias y enfermedades de todo tipo.
 
Debido a su largo periodo de fermentación, su color suele ser de un marrón muy oscuro y su textura bastante dura y difícil de diluir.
Apto para intolerantes al gluten. Utilizado en climas fríos




Mugi miso: Esta variedad de color algo más claro que el miso anterior, se situa en un punto intermedio en casi todos los aspectos, siendo el más conocido y consumidoSu sabor es mas moderado y su textura algo más blanda, lo que lo hace apto para un gran número de preparaciones.
A nivel terapéutico, también es muy interesante, quedando por debajo del Hatcho miso, pero situandose muy próximo a este.Suele estar compuesto por soja y cebada
Utilizado en climas templados.Éste es el que solemos tomar siempre en casa.

 
Genmai miso: Con una fermentación algo más corta y color algo más claro que los dos anteriores, esta variedad de miso se prepara a partir de la soja y arroz integral (genmai).
Su sabor no es tan salado como lo anteriores y su textura es bastante cremosa y muy sencilla de diluir.
Apto para intolerantes al gluten.
 
Shiro miso: También llamado, "miso blanco" por su tonalidad clara, debido a su corta fermentación. Al igual que el Genmai miso, este también se compone de soja y arroz,  en este caso el arroz no es integral.
Todo y siendo un alimento cargado de propiedades nutricionales, es el que goza de menos beneficios terapéuticos de todos los que hemos comentado. Siendo más utilizado para la  elaboración de postres, aderezos, cremas, sopas y otras muchas preparaciones.
Apto para intolerantes al gluten.

 
Es importante recordar que para que el miso contenga y conserve sus cualidades innatas ha de ser un miso natural comprado en tiendas naturales, herbolarios, o tiendas especializadas, pues  la mayoría de los misos comercializados en Japón, China  y Oriente así como en tiendas  y restaurantes japoneses, chinos y orientales, son misos con sabor a miso, pero fermentados artificialmente, usualmente no ecológicos y entre sus ingredientes se pueden encontrar el azúcar, una gran variedad de químicos, conservantes, glutamato monosódico.... Esta clase de miso no es nada beneficioso para el cuerpo. Así es que aseguraos bien del miso que tomáis!!

Una curiosidad:

En 1945, en Nagasaki, Japón, después del lanzamiento de la bomba atómica el Dr. Tatsuichiro Akizuki, director del Urakami Dai-Ichi Hosital (actualmente llamado St. Francis Hospital) salvó muchas vidas alimentándose con arroz integral y sopa miso con algas. El Dr. Hiromitsu Watanabe, del Research Institute for Radiation, Biology & Medicine de la universidad de Hiroshima, estudió ampliamente el efecto protector del miso tanto en radiación como en cáncer. Otros investigadores se han sumado a estos estudios y actualmente podemos afirmar que el miso favorece la descarga de sustancias radiactivas en el cuerpo y, además, el HEMF, la sustancia antioxidante del miso, favorece la eliminación las células cancerosas causadas por la radioactividad.
¿Habéis probado el miso? 
Si no lo habéis hecho os animo a que lo hagáis, pues no se trata de un alimento cualquiera, es considerado medicinal y nos aporta infinidad de beneficios.

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